Los Asfaltenos y el Medio Poroso
por M. Crotti, I. Labayen y S. Illiano (Última modificación -
06 de noviembre de
2000).
Cuando
se habla de Benceno o n-C20 u otro compuesto en particular se hace referencia a
especies químicas bien definidas con propiedades perfectamente medibles y
reproducibles. Por el contrario, los asfaltenos no son una especie química sino
una familia de compuestos que presentan sólo un comportamiento global
característico. Bajo el término "asfaltenos" se agrupa a los componentes que quedan como fracción insoluble luego de
tratar una mezcla en determinadas condiciones (solventes, temperaturas, etc). La
composición de esta fracción insoluble varía de petróleo en petróleo y la
característica común, que los hace importantes en el estudio de los
reservorios y en la producción de petróleo, es que suelen originar
precipitados (sólidos) que dañan el medio poroso o bloquean cañerías de
conducción.
En
general, desde el punto de vista de la producción de petróleo, comparten
muchas características con las parafinas (ambas fracciones generan depósitos
sólidos) pero las propiedades de solubilidad y respuesta a los tratamientos
térmicos o bacterianos son netamente diferentes.
Aunque
en otras páginas se detallarán la cuantificación, la remoción y/o el
tratamiento de los asfaltenos, el objetivo de esta página es el de analizar un
comportamiento muy especial de los asfaltenos en cuanto a la evaluación de los
reservorios. Básicamente se analiza en detalle la respuesta a la siguiente
pregunta:
¿Cómo
deben medirse las propiedades básicas y especiales de los medios porosos,
cuando en el reservorio existen asfaltenos precipitados?
La
respuesta a esta pregunta no es trivial puesto que deben tenerse en cuenta los
siguientes puntos contrapuestos:
- Si
la fracción asfáltica se encuentra precipitada en el medio poroso, dejando de
lado los problemas de flujo en las zonas de altos caudales (cercanías de
los pozos) estos sólidos deben considerarse como parte de la matriz porosa y no del petróleo
producible.
- Los
perfiles convencionales y las mediciones rutinarias de laboratorio
cuantifican a los asfaltenos como parte del espacio poral ocupado por
hidrocarburos.
De
modo que si no se toman precauciones especiales se pueden sobrevaluar la
porosidad real del sistema y la cantidad de petróleo original "in
situ" (POIS).
En
los casos en que se sospecha o existe evidencia cierta de la presencia de
asfaltenos en el medio poroso, la correcta evaluación del reservorio sólo se
obtiene con una integración adecuada de la información de coronas, de perfiles
y de los fluidos de producción.
Para
entender el problema, su análisis y posible solución debe tenerse en cuenta
que:
- Si
los asfaltenos son inmóviles no se presentan en los fluidos de producción.
Puede existir un transitorio, en los ensayos iniciales, donde los asfaltenos
de las cercanías del productor se eliminan por efecto de los altos
caudales. Pero luego de superado ese transitorio, la producción regular no
incluye los asfaltenos que retiene el medio poroso (y que, por lo tanto,
forman parte del medio poroso).
- En
las coronas los asfaltenos permanecen junto con el petróleo residual. Dado
que en la corona de los horizontes petrolíferos siempre queda una cierta
cantidad de petróleo residual puede asegurarse que la cantidad de
asfaltenos precipitados en el reservorio que llegan al laboratorio son, por
lo menos, los que acompañaban al volumen de petróleo vivo asociado al
petróleo remanente en la corona. Cualquier barrido inmiscible del medio
poroso elimina con mayor facilidad los hidrocarburos líquidos que los
precipitados.
De
esta forma, comparando las diferencias en el contenido de asfaltenos entre los
extractos del medio poroso y los fluidos de producción es posible cuantificar
(dentro de un rango estrecho) el volumen de asfaltenos precipitados. Este
resultado permite corregir tanto el VP como el POIS a
emplear en los cálculos de reservorio.
En
base a lo anterior es posible establecer la siguiente secuencia de medición
para estos casos:
- Extracción
y preservación de una corona.
-
Extracción
de fluidos de producción en todos los niveles en que se realicen ensayos de
pozo.
- Seleccionar
algunos puntos representativos de la corona y realizar extractos intensivos
del petróleo del medio poroso durante las etapas de lavado, conservando los
extractos orgánicos. En esta etapa debe elegirse (mediante ensayos previos)
el solvente que elimine la mayor cantidad de hidrocarburos de la red poral.
En general el diclorometano reúne muchas características (alta volatilidad,
gran capacidad como solvente, fácil accesibilidad, etc) que lo hacen apto
para esta etapa.
- Evaporar
los extractos hasta eliminar por completo el solvente de extracción. Al
residuo obtenido lo llamaremos "Residuo A".
- Someter
a los petróleos de producción al mismo tratamiento. En este proceso se
origina un residuo al que denominaremos "Residuo B".
- Comparar
cromatográficamente y en propiedades medias (densidad y Peso Molecular) los
Residuos A y B. Si se obtienen variaciones sistemáticas entre los Residuos
A y B en las zonas comparadas, se debe realizar una resolución de la mezcla
para cuantificar volumétricamente la contribución de la fracción
precipitada en el reservorio.
- Integrar
los datos anteriores con la información PVT (medida o calculada) y los
estudios de perfiles, para cuantificar volumétricamente la fracción
hidrocarbonada no móvil.
- Establecer
las condiciones adecuadas para evaluar la permeabilidad, presión capilar y
permeabilidades relativas en condiciones representativas de la situación
del reservorio.
Recomendaciones
Debe
evitarse el empleo de muestras muy pequeñas que puedan originar desviaciones
estadísticas, de modo que en cada nivel elegido es conveniente tomar una
importante cantidad de roca y desagregarla. La muestra desagregada (sin llegar a
la molienda de los granos individuales)
debe cuartearse hasta llegar a una muestra representativa para los siguientes
estudios. · Una fracción de 10 a 50 g (dependiendo del contenido estimado de
petróleo) se coloca en cartucho de celulosa y se extrae con el solvente elegido
en equipo de extracción continúa (Sohxlet).
Como
ya se mencionó, en general el Diclorometano es un muy buen solvente de la
fracción asfáltica. ·
Las
muestras de petróleo de producción deben homogeneizarse vigorosamente para
asegurar que durante el muestreo de las diferentes alícuotas se tomen muestras
representativas (no afectadas por posibles segregaciones de sólidos ocurridas
con posterioridad a la toma de muestra).
Todos
los extractos con diclorometano se deben evaporan en igualdad de condiciones
(Ej.: Roto-evaporación a presión y temperatura prefijados).
Antes
de emplear cromatografía de alta resolución, es conveniente someter a todos
los residuos obtenidos en el punto anterior a una cuantificación de compuestos
Saturados, Aromáticos, Resinas y Asfaltenos (Metodología SARA, empleda de
manera rutinaria en análisis geoquímicos).
La cromatografía
gaseosa no permite cuantificar en forma directa los asfaltenos, pues quedan
retenidos en la columna, pero es muy adecuada a la hora de caracterizar las
fracciones más livianas.
Las
muestras de roca ya extraídas con diclorometano se deben someter a
determinación de COT (Carbono Orgánico Total) para detectar posibles
fracciones no extraídas (asfaltenos insolubles, materias carbonosas).
Como
en todo análisis de laboratorio, siempre es recomendable la repetición de algunas muestras para verificar
la reproducibiliadad
del muestreo y de toda la secuencia experimental.
Cuando
las diferencias entre los Residuos A y B son indudables (e indican una mayor
proporción de asfaltenos en el Residuo A), deben correlacionarse estas
diferencias con otras propiedades del medio poroso.
En
base al comportamiento de las diferentes muestras analizadas se puede establecer
no sólo la magnitud del fenómeno, sino su variación a lo largo de la columna
estratigráfica.
Si
no se observan diferencias entre los Residuos A y B se obtiene un dato
cualitativo fundamental. En este caso puede asegurarse que no existen
hidrocarburos precipitados en las condiciones de reservorio y por lo tanto puede
realizarse una medición convencional de la corona y una caracterización
convencional del reservorio.
NOTAS
- Debido
a la importancia que suele tener la presencia de asfaltenos precipitados en el
medio poroso, cuando las coronas se extraen con este fin, el estudio de los
asfaltenos debe definirse como prioritario. De este modo todos los demas estudios
sobre la corona deben relegarse a las necesidades en tiempo y en disponibilidad
de material hasta resolver satisfactoriamente el tema de los asfaltenos.
- Se
han reportado numerosos casos de variación vertical en el contenido de
asfaltenos de los petróleos1. Este fenómeno se atribuye regularmente a la
acción de la gravedad (en tiempos geológicos) sobre los productos
precipitados de mayor densidad que los hidrocarburos líquidos.
- En
caso de no disponerse de coronas, puede emplearse "cutting", o
testigos laterales2
haciendo
un "screening" de mediciones para establecer la reproducibilidad y
confiabilidad del método. Adicionalmente, la medición sobre
"cuttings" suele ser de utilidad para establecer una
caracterización areal del reservorio, empleando como patrón de mediciones
aquellos pozos en los que se dispone de coronas.
- La
mojabilidad del sistema, para el caso de rocas con precipitados orgánicos
se torna una propiedad relevante, pues estos depósitos suelen originar
marcadas mojabilidades al petróleo, con todas las consecuancias de este
resultado sobre las estrategias de explotación.
- La
posible presencia de materia carbonosa no soluble durante la etapa de lavado se
debe cuantificar mediante estudios de corte delgado.
Mas páginas sobre temas especiales
Volver a la página principal
1.-
Hirschberg Avraham: "Role of Asphaltenes in Compositional Grading
of a Reservoir's Fluid Column", JPT, January 1988, P 89-94.
2.-
Baskin D. K., Hwang R. J., and Purdy R. K.: "Predicting Gas, Oil, and
Water Intervals in Niger Delta Reservoirs Using Gas Chromatography".
AAPG Bulletin, V. 79, No. 3 (March 1995), P 337-350.
|